La creatividad en coctelería no tiene por qué tener límites. Las posibilidades son tantas como imaginación tengamos, y el cóctel Tomato Water Bloody Mary es un buen y claro ejemplo de ello. Esta receta es obra del barman Todd Thrasher y básicamente se trata de una reinvención del Bloody Mary en la que el sabor no cambia, pero el aspecto sí y mucho.

Si tienes presente lo que es un Bloody Mary, sabrás que presenta un potente color rojo, lleva apio, en ocasiones hasta una gamba de decoración, y en definitiva es lo que podríamos llamar un cóctel efectista, y no solamente por lo estético. Pues en el Tomato Water Bloody Mary todo cambia: el cóctel deja de ser rojo, deja de tener apio o gambas asomando por el filo del vaso y, en definitiva, parece de todo menos un Bloody Mary al uso. ¿Quieres aprender a hacerlo? Pues toma nota de los ingredientes que vas a necesitar…
Para la primera parte de la receta…
- 1 kg de tomates
- 1 tallo de hierba de limón
- 1/2 chile serrano
- 1/8 cebolla roja
- Una pizca de sal
Para el cóctel en sí…
- 45 ml de vodka (cítrico a poder ser)
- Tomates cherry
Aunque para probar este cóctel Tomato Water Bloody Mary tardaremos un día desde que lo empecemos a preparar, desde luego vale la pena. El proceso de elaboración de este combinado empieza por preparar lo que denominaremos agua de tomate, para ello, cortaremos el kilo de tomates, la hierba de limón, el chile serrano, la cebolla roja y los pondremos en una licuadora, con la pizca de sal, hasta hacerlo todo puré.
Una vez lo tengamos listo, tendremos que verterlo en un colador forrado de estopilla o paño de queso sobre un bol, y lo dejaremos en la nevera de 12 a 24 horas. Pasado este tiempo, desecharemos la pulpa y el líquido que encontraremos en el bol será nuestra agua de tomate.
Ahora, en una coctelera o vaso mezclador repleto de hielo, verteremos esta agua de tomate, añadiremos los 45 mililitros de vodka y agitaremos con fuerza. Colaremos en un vaso lleno de hielo y decoraremos con tomates cherry. Así, nuestro Tomato Water Bloody Mary quedará listo.
¡Buen trago!