El vodka, como sabes, es una bebida destilada a base de agua, alcohol etílico y, en ocasiones, pequeñas cantidades de aditivos aromáticos principalmente. Es una de las bebidas más conocidas y consumidas del mundo —especialmente en Rusia y países cercanos, que por algo son la cuna del vodka— y además, una de las más usadas en cócteles.
Hoy, vamos a explicarte cómo se elabora un vodka. El proceso de producción de principio a fin.
Todo empieza con la preparación del líquido que se destilará, el caldo. El grano procedente de trigo es molido hasta convertirse en harina, momento en el que se le añade agua y es sometida a presión. Mediante este proceso, se consigue un gelatina con el almidón de la harina de trigo que en durante la fermentación se convertirá en alcohol.
La fermentación de la harina de trigo mezclada con agua y sometida a presión tendrá una duración de unas cuarenta horas, en la que se obtendrá finalmente un líquido de una alta graduación, en torno al 90% de concentración alcohólica. De este modo se consigue gran pureza del vodka final.

Ahora, llega el momento de la destilación. Este es un proceso que varía según la destilería encargada de realizarlo, pero básicamente se produce en unos cuantos alambiques en cadenas de grandes dimensiones.
Básicamente estos recipientes son calentados desde la parte inferior con fuego, con ello, se produce una evaporación del alcohol que sube hacia la parte superior del alambique donde a través de una conducción sale el producto de la destilación. Este proceso, generalmente, se repite varias para conseguir una mayor pureza y calidad del vodka.
En un próximo artículo veremos cómo ser realiza el proceso de filtración y disolución del vodka.