
El comercio justo, aunque sea ampliamente conocido, conviene definirlo. El comercio justo es una forma alternativa de comerciar, un sistema de intercambio cuya meta es establecer relaciones comerciales justas y voluntarias, donde la equidad pueda ser alcanzada. Y el vodka francés Fair, es un vodka de comercio justo.
Aunque la práctica totalidad del vodka es francesa, ya que desde la producción al embotellado, pasando por las botellas, las chapas, los tapones y las etiquetas de hacen en la región de Cognac, en un radio de 50 kilómetros, la quínoa es bolivariana, y la adquisición de la misma es resultado del comercio justo.
Según sus productores, Fair Quinoa Vodka es la primera marca de vodka resultante del comercio justo y cuenta con la certificación de comercio justo Fairtrade. Y es que la filosofía de la compañía pasa por asumir su responsabilidad social en su totalidad, adquiriendo la semilla de quínoa con la que se elabora Fair de la cooperativa ANAPQUI, donde es cultivada por más de 1.200 pequeños productores independientes de Bolivia. Además, Fair garantiza márgenes adicionales para estos productores, un 2,5 % de su volumen de ventas se destina a la financiación de programas de desarrollo local y es también una empresa de inserción.