
Los vodkas rusos son sobradamente conocidos —y reconocidos— en todo el mundo. Todos conocemos marcas como Eristoff, Smirnoff, Imperia o incluso otras no tan extensamente conocidas como Beluga, Mamont o Tsars; pero aún con esas, hay marcas rusas que normalmente no se exportan fuera del país y se nos escapan a la gran mayoría. Hoy venimos a hablaros de una de ellas, un vodka ruso que casi no es un vodka por su semblanza —salvando las distancias— con el whisky, es el vodka Kizlyarka.
Este vodka, a diferencia de la mayoría, se elabora a base de pulpa de uva y no de grano de centeno o de patata. Además, Kizlyarka va más allá de los célebres 40 grados de Mendeleiev, llegando a los 45. Pero, por si estas diferencias con cualquier vodka común no fuesen suficientes, el vodka Kizlyarka es envejecido, desde seis meses hasta incluso años, en barriles de roble del Cáucaso. Casi nada.
Y su fama, aunque no haya llegado a estos lares, está sobradamente acreditada en Rusia, con apariciones en obras literarias de Nikolái Leskov o Lev Tolstói o la afición que los soldados rusas han tenido tradicionalmente a esta bebida, especialmente durante la colonización del Cáucaso. Si os convence este vodka y encontráis una botella, no dudéis en haceron con ella.