
Si pensamos en vodkas generalmente pensamos en la fría Rusia o en su casi vecina Polonia, pero con la popularidad de la que siempre ha gozado este destilado y el renacimiento que viene experimentando en los últimos tiempos, podemos encontrar vodkas de casi cualquier lugar del mundo.
Una muestra de ello es nuestra clasificación de vodkas por país, donde podemos encontrar vodkas procedentes de naciones tan remotas como Kirguistán o Corea, por poner un par de ejemplos.
Pero como todo, el vodka a lo largo de su historia ha evolucionado, y lo que antes era un destilado de 40 grados hecho de cereales en algunos países del este de Europa, ahora es una bebida que se puede elaborar hasta con patatas o uvas y que se encuentra en destilándose en prácticamente cualquier lugar del planeta.
El vodka Cîroc, sin ir más lejos, es un arquetipo de dicha evolución. Una evolución que no sólo ha cambiado los ingredientes y productores tradicionales, sino que ha llevado a posicionar esta bebida más allá de ser un alcohol fuerte para rudos hombres de frías tierras, a posicionarse como una bebida lujosa y glamurosa, para tomar sola y también acompañada, en cócteles.

Cîroc se elabora con uvas recolectadas en los extensos viñedos de la región francesa de Cognac y se ha convertido en un vodka de referencia para las celebrities estadounidense.
Este Ultra Premium, y en general el vodka, —dicen— que ha acabado con el reinado de la ginebra. Las élites —dicen— han empezado a cambiar el gin tonic por el Vodka Tonic.
¡Larga vida al vodka, pues!