
Con la popularización más internacional del vodka han surgido destilerías innovadoras que han hecho con ingredientes, ajenos hasta ahora, recetas exitosas de este destilado. Quizás una de las elaboraciones que más llama la atención, y que precisamente no es fruto de una innovación actual sino más bien de una costumbre tradicional que se remonta siglo atrás, es la del vodka polaco Żubrówka, hecho a partir de hierba de bisonte.
Y no es que los bisontes polacos produzcan hierba por alguna extraña mutación genética o que el vodka sepa a este animal de fríos climas, es que tras su destilación a partir de centeno este vodka se aromatiza con la hierba que comen estos animales y solamente se encuentra localizada en el parque nacional, Reserva de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1976 y 1979 respectivamente, de Białowieża.
Żubrówka, que precisamente significa en nuestro idioma "el vodka de la hierba del bisonte", posee gracias al proceso de aromatización con esta hierba un sabor cálido e intenso que se asemeja al de la vainilla y lo hacen sumamente agradable.
Y una de las características más destacadas de este vodka, más allá de la peculiar hierba empleada, es el proceso de elaboración al que es sometido y que se extiende durante aproximadamente dos meses. Porque para hacerlo posible es necesario el secado de la hierba en desvanes durante treinta días, un secado posterior en caliente ya en la destilería para, finalmente, hacer la infusión que crea el vodka Żubrówka tal y como podemos degustarlo.
Este vodka podemos encontrarlo desde ya en tiendas especializadas y grandes superficies, gracias a la distribución de Obsborne en nuestro país, a un precio de unos 15 euros.