
Según informó el Rosstat, el Servicio Federal de Estadísticas de Rusia, la producción de vodka en Rusia cayó un 28,3 % durante los seis primeros meses de este año 2013. Al parecer, esta caída en las cifras es debida a la ilegalización de una parte de la producción de vodka por parte del gobierno ruso.
Y es que hace un tiempo, Rusia elevó el precio mínimo del vodka a 170 rublos (5,2 dólares americanos aproximadamente) al mismo tiempo que aumentaba el impuesto sobre el alcohol etílico para limitar el consumo. Sin embargo, a pesar de este hecho la venta de vodka por debajo de los 170 rublos continúa, pero eso sí, no conmutando en las cifras estadísticas al tratarse ahora de vodka ilegal.
Esta, según muchos productores, podría ser la causa principal de este aparente descenso en la producción. De hecho, la caída se observa únicamente en el segmento de vodkas entre 170 y 200 rublos, no así en los vodkas más caros, donde la tendencia es la estabilidad.