Pongámonos en antecedentes sobre el origen del cóctel Bloody Mary. A ciencia cierta nadie sabe con exactitud quién creó el vanagloriado Bloody Mary, pero una de las historias con más fuerza y credibilidad es la que os pasamos a contar.
En torno al año 1920, en el Harry's New York Bar de París —lugar donde también se creó el cóctel Blue Lagoon—, se dice que el barman llamado Fernand Petoit lo concibió inspirándose en la férrea María de Tudor, o lo que es lo mismo, la Reina María I de Inglaterra. Otros tres bármanes neoyorquinos han reivindicado también a lo largo del tiempo la creación de este cóctel.

Sea como fuere, este laborioso combinado hecho a base de vodka y tomate con salsas picantes es el preferido por muchos y como no podría ser de otra manera, pasamos a mostrarte cómo prepararlo. Empecemos, primero, por los ingredientes:
- 3 cucharadas de vodka Premium
- 6 cucharadas de zumo de tomate
- 1 cucharada de zumo de limón
- 2 pequeños chorros de salsa inglesa (salsa Worcestershire o perrins)
- 2 o 3 gotas de tabasco
- Sal
- Pimienta negra recién molida
Empezamos a preparar nuestro cóctel Bloody Mary en un vaso mezclador repleto de hielo. En primer lugar vamos a verter las tres cucharadas de vodka, seguidas de la cucharada de limón y un poco de sal y pimienta. Removeremos ligeramente para mezclar los ingredientes y proseguiremos con los dos chorritos de salsa inglesa y las dos o tres gotas de tabasco.
Continuaremos con las seis cucharadas de zumo de tomate y sólo quedará adornar el Bloody Mary. Es común decorarlo con una rodaja de limón, con apio, con una gamba, con pepinillos… esto queda a la elección personal de cada uno.